Antes que todo, debo decir que este one shot se lo dedico a mi Yahi, ya que lo hice para ella por motivo de su cumple, y bueno... A ella le encantó
Y como me insistieron que le diera vida a nuestro blog, aquí se lo dejo.
Y como me insistieron que le diera vida a nuestro blog, aquí se lo dejo.
Espero que les guste ^^
Parejas: InooDai
Género: Lemon y cursi (?)
Extensión: One-Shot
Parejas: InooDai
Género: Lemon y cursi (?)
Extensión: One-Shot
Zurück zu meinen
“Ya basta Daiki… te volverás loco pensando en lo mismo”, se decía
Daiki en voz baja mientras trataba de concentrarse, tenía que hacer sus tareas,
pero se hallaba totalmente distraído, perdido, pensando en lo mismo.
Últimamente solo tenia cabeza para una sola cosa…
Kei.
Hacía unos dos meses que
habían roto, y a sinceridad, desde aquello no era el mismo, apenas sonreía, no
prestaba atención en clase ni a sus amigos, no salía de casa, pues aparte del
millón de tareas, tampoco tenia deseos. Suspiró y cerró el libro de cálculo,
cerrando los ojos y frotándose el puente de la nariz con dos dedos. Pero un
sonido en particular hizo que abriera los ojos con rapidez
-
Qué haces?- preguntó Hikaru a modo de saludo luego de
abrir la puerta con brusquedad
-
Tu que crees? Estudio- respondió Daiki de mala gana-
podrías tocar antes, así me evitas tantos sustos…- le reprendió. Hikaru sonrió
-
Aburrido- musitó entrando a la habitación y sentándose
en la cama. Daiki movió la silla de modo que quedó frente a Hikaru
-
Qué quieres Hika-chan?- inquirió alzando una ceja
-
Vinimos a sacarte de aquí, te has convertido en un
nada después que…
-
Ya, déjalo así- le interrumpió cortante
-
No, nada de ya “déjalo así”, Daiki, desde que
terminaron no haces nada más que llorar y lamentarte. Así que Takaki y yo
vinimos a buscarte, nos vamos de fiesta- dijo finalmente
-
De fiesta? Con motivo a qué?- preguntó un Daiki
escéptico
-
Simple, vamos a celebrar tu soltería, así que vamos,
vamos…- Hikaru se puso de pie y lo haló por el brazo
-
Pero… siquiera estoy vestido!- protestó Daiki tratando
de zafarse
-
Te ves bien así, con que te peines bastará. No
permitiremos que te salgas con la tuya, te vas con nosotros y punto!- exclamó
el mayor con un poco de dureza
-
Vale, vale, me pondré algo, espérame aquí…- se zafó de
su agarre y fue hasta el closet, sacando algunas prendas sin mirarlas siquiera.
Se quitó la ropa que llevaba y la intercambió por unos skinny jeans azul
oscuro, una camiseta blanca, una camisa azul y unos converse del mismo color.
Poniéndose una chaqueta finalmente. Hikaru tarareaba una canción mientras
esperaba
-
Estás listo?- le preguntó con una gran sonrisa
-
Si, ya casi- se roció un poco de perfume y alzó las
cejas
-
Vámonos- Hikaru lo tomó por un brazo, sacándolo de la
habitación. Daiki agradecía el hecho de que sus padres estuvieran en Chiba con
su hermano visitando a sus abuelos, así podría regresar a la hora que
quisieran. Takaki los esperaba abajo, estaba cruzado de brazos y sonrió al
verlos
-
Pensé que no bajarían. Veo que lo lograste Hikaru, pensé
que no podrías hacer que alguien- miró significativamente a Daiki- saliera de
su madriguera- Takaki rió
-
Que gracioso…- murmuró Daiki entre dientes mientras
Takaki lo abrazaba
-
Ya verás, esta noche será especial, hoy lo pasarás
genial!- exclamó Hikaru con una gran sonrisa. Daiki sonrió a medias y miró a
sus amigos, a pesar de todo, se sentía afortunado de contar con ellos dos.
Llegaron a un club nocturno
muy concurrido de Tokyo, entraron a pesar de la larga cola, ya que Takaki se
las ingenió para entrar, Daiki se sentía un poco extraño, ya que tenía mucho
sin asistir a sitios así. Se había vuelto un aburrido desde que comenzó a salir
con Kei. Y ahí estaba de nuevo pensando en él…
-
Vamos Daiki, no es tiempo para tener caras largas!-
Takaki lo zarandeó suavemente
-
No, es que, la tarea…- mintió
-
Mañana te ayudamos- comentó Hikaru- hoy la pasaremos
bien, y ya sabes, cero Inoo por esta noche- le señaló acusadoramente con un
dedo
-
De acuerdo, solo por esta vez les haré caso…- musitó
Daiki en voz alta por encima de la música. Se sentaron en un enorme sillón al
fondo e inmediatamente comenzaron a tomar, Daiki observaba a sus amigos, Takaki
bailaba muy pegado a una chica mientras Hikaru saltaba y reía, pasándosela
bomba. Él, a pesar de no estar bailando, se sentía mejor, estaba tomando y la
música lo había animado bastante
-
Hola, perdón por interrumpir tu momento, pero… quieres
bailar?- escuchó que le decía una voz femenina
-
Hablas conmigo?- se señaló a si mismo y la chica le
sonrió
-
Por supuesto, con quien más iba a hablar si estás
solo?- contestó aun sonriendo
-
Claro, pero… si te piso, me avisas, no soy muy bueno
en estas cosas- respondió el chico poniéndose de pie ante la mirada ansiosa de
ella
-
Descuida, estoy entrenada para estas cosas!- comentó
la joven mientras llevaba a Daiki a la pista de baile. Un trance sonaba a todo
volumen, Daiki le sonrió a la chica y comenzaron a bailar; Hikaru y Takaki
observaron a su amigo; riendo y diciéndole “palabras de aliento y aprobación”.
Daiki sonrió apenado
-
No les hagas caso a ese par, están un poco borrachos-
dijo restándole importancia
-
Es normal, no te preocupes- ella se encogió de hombros
y rodeó con sus brazos el cuello del castaño. Él intentó alejarse, pero ella
pegó más su cuerpo al de el. Daiki no se imaginaba que aparte de sus amigos,
alguien más le observaba…
Daiki
Aquella chica movía sus
caderas contra las mías mientras bailábamos. Me sentía un poco nervioso, ya que
tenía mucho tiempo sin acercarme a nadie más, y también, solo me interesaba
acercarme a ALGUIEN en especial, un alguien a quien amaba con todo mi corazón,
un alguien que no le importó lo que sentía por él y terminó conmigo…
-
Ah… si…- murmuré sin saber que decir. Busqué a Hikaru
con la mirada, pero éste no estaba y Takaki… bueno, Takaki estaba sabrá donde.
-
Qué pasa? Te noto un poco nervioso…- mordí mi labio
inferior, apurado. Y la jodida canción nada de acabarse, pero sentí que halaron
de mi con brusquedad
-
Oye!...- protesté, pero me quedé de piedra al ver de
quien se trataba- suéltame!- exclamé
-
No, necesito hablarte, ya mismo- dijo subiendo el tono
de voz para que lo escuchase, mi compañera de baile nos miró de hito en hito
-
Estamos bailando, que no ves?
-
Y a mi me importa un bledo…- le miré con enojo- vamos
Dai…
-
Que no!- me zafé de su agarre y volvió a tomarme con
brusquedad. La chica suspiró furiosa y se fue- ya hiciste que se fuera, feliz?
Y suéltame! Me estás lastimando, bruto!- volví a exclamar
-
Si no vienes conmigo, no lo haré- respondió cortante
-
Está bien, vamos fuera- intenté soltarme y el liberó
mi brazo. Le seguí mientras salía del club, no pude evitar mirar su espalda y sentí
como un escalofrió me recorrió
-
Qué demonios buscabas con esa tipa?- preguntó una vez
salimos
-
Lo que no te importa- respondí con brusquedad. Él
sonrió sarcástico
-
Así que lo que no me importa, eh?- preguntó en un tono
gélido. Lo miré desafiante
-
Si Kei, no es de tu incumbencia lo que hacia o no con
ella, después de todo no somos nada, no? – dije cruzándome de brazos- después
de todo tu terminaste conmigo porque “no estabas seguro” de lo que sentías por
mi, así que… no entiendo por qué estás preguntándome lo que hacia con ella- Kei
suspiró sonoramente
-
Daiki, las cosas han cambiado mucho y… de verdad, fui
un estúpido al decirte esas cosas- alcé una ceja y el continuó- hoy vine porque
Hikaru y Takaki-kun te traerían…- maldije por lo bajo. Esos dos se la verían
conmigo mañana- y enloquecí al verte con esa chica, no quiero, no soporto verte
con alguien más…- añadió bajando el tono de voz
-
No te creo nada. Sabes qué Kei? Eres un imbécil!- dije
con una media sonrisa- terminas conmigo, y ahora porque me ves aquí me haces un
escándalo, me sacas del club para venirme con la historieta del ex novio
arrepentido, lo siento, pero esta vez no caeré…- él se acercó a mi y me tomó
por los brazos
-
Daiki, cometí el error de mi vida al terminar contigo,
por favor, escúchame…- sentía que todo en mi se desmoronaba al escucharlo así,
pero no debía perdonarle tan fácilmente- En estos dos meses apenas he dormido,
no he dejado de pensarte, de extrañarte, de desearte…- añadió acercando su
rostro al mío para besarme, más yo me solté y le pegué un puñetazo en la
mandíbula
-
Aléjate de mi!- exclamé con dureza- si te me acercas,
te volveré a golpear…
-
No me importa, párteme la cara si quieres, pero no me
alejaré de tu lado…- tomó mi rostro por las mejillas e intentó besarme. Lo
empujé con brusquedad y el volvió a agarrarme nuevamente, tomando mis labios
con un voraz beso. Intenté resistirme, pero al sentir el roce de su lengua, no
pude seguir haciéndome el difícil. Con un suspiro, rodeé su cintura con mis
brazos y lo atraje más hacia mí, escuché unas voces lejanas, más no me
importaba; aquello era justamente lo que quería
-
Eres el ser más estúpido sobre el planeta, pero… así
te quiero- murmuré contra sus labios y Kei sonrió; tomó mi mano y comenzó a
caminar conmigo. El corazón me latía con rapidez, me sentía nervioso
-
Yo te amo…- respondió Kei deteniéndose frente a su
auto y volviéndose hacia mi. Lo volví a besar, enredando mis dedos en su pelo,
envolviéndome con su aroma, deseando más de sus besos, de él…
-
Vámonos de aquí, por favor- pedí en voz baja, él
asintió y me abrió la puerta del pasajero, entré con rapidez y él hizo lo
mismo; encendiendo el auto después. Durante el camino apenas dijimos palabras,
yo me sentía súper nervioso y apenas podía decir algo; miré a Kei. Éste se veía
tan concentrado mientras manejaba, las luces de los faroles se reflejaban en su
rostro, y no pude evitar fijarme en sus labios, su cabello, su nariz. En los
gestos que hacía y de la manera en que mordía su labio inferior cuando se
concentraba
-
Pasa algo?- quiso saber él. Negué con la cabeza,
sintiendo como me sonrojaba levemente. Luego de unos minutos, detuvo el auto
frente a su casa y sonrió- no supe si llevarte a tu casa o a la mía, pero…- lo interrumpí,
tomando su rostro por las mejillas y volviéndolo a besar, Kei me tomó por la
cintura y me atrajo hacia él, sentándome a horcajadas sobre él. Sentía mi
cuerpo aprisionado entre él y el volante, mientras su lengua se entrelazaba con
la mía, causando que leves jadeos se escaparan de mis labios y cayeran en los
suyos. Kei me quitó la chaqueta y la puso en el asiento del co-piloto; con una
media sonrisa, acarició una de mis mejillas con delicadeza- extrañaba sentir
todo esto, no te imaginas cuanto te echaba de menos Daiki…- nos miramos a los
ojos y volvimos a besarnos con lentitud. Introduje la lengua en su boca,
sintiéndome estremecer tan solo por el roce de ambas, sus manos acariciaban mis
piernas con lentitud, y una de ellas se posó en el bulto que crecía en mis pantalones.
Gemí y mordí su labio inferior, tirando de él con brusquedad; llevé mis manos
hasta su pecho, acariciándolo muy despacio mientras Kei bajaba el cierre de mis
pantalones e introducía la mano, acariciando mi endurecido sexo por encima de
los boxers, haciéndome deshacer en suspiros… mi respiración se hacía cada vez
más acelerada y entrecortada, moviendo las caderas con lentitud, y mientras lo
hacía me frotaba contra la dureza de Kei. Ambos jadeábamos sin control; cerré
los ojos y me dejé llevar por las deliciosas sensaciones que aquél chico
causaba en mi cuerpo solamente con acariciarme, mi piel se erizaba, gemía sin
parar y cada vez más me sentía más excitado
-
Kei… por favor… vamos…- gemí contra sus labios y el me
imitó- vamos dentro, onegai…- añadí sin aliento
-
Espera, solo un poco más…- se inclinó a besar mi
cuello y apretó mi miembro, masturbándome con más rapidez, causándome dolor y
placer a la vez. Mordí mi labio, conteniendo un jadeo y tocando el claxon
accidentalmente mientras sentía como humedecía mi ropa interior y la mano de mi
amante, él me miró sonriente y me besó rápidamente en los labios
-
Así que querías que esperara a esto- comenté con un
poco de dificultad y el asintió
-
No imaginas lo sexy que te ves excitado- respondió
casi en un susurro- moría por verte gemir, ahora, vamos dentro…- alzó una ceja
y volvió a sonreír. Asentí y me arreglé los pantalones, saliendo del auto con
rapidez y tapándome con la chaqueta, Kei rió al verme- Daiki, nadie va a verte,
ya cálmate…
-
Déjame, si?- dije en voz baja, aun apenado. Kei abrió
la puerta y le seguí, cerrándola detrás de mi espalda; la casa se hallaba en
una completa oscuridad, entonces, solo entonces, él se volvió hacia mi y me
miró mientras lamía sus labios, a pesar de la oscuridad vislumbraba su rostro,
como sus ojos me recorrían por completo, haciéndome temblar de expectación-
bésame…- susurré como si estuviese bajo un hechizo. Solté la chaqueta y lo tomé
por la camisa, atrayéndolo hacia mí mientras nuestros labios volvían a unirse,
esta vez con desesperación, nuestras lenguas se entrelazaban en un ritmo que no
parecía tener final. Nuestras respiraciones sonaban agitadas, pero no queríamos
parar; Kei me tomó por las piernas y me subió nuevamente a horcajadas encima de
él, apoyando mi espalda contra la puerta. Mordí su labio inferior y sonreí
contra sus labios, llevando mis manos nuevamente hasta su pecho, pero esta vez,
en un intento desesperado por desnudarle, abrí su camisa con brusquedad,
rompiéndole algunos botones; Kei me miró con una picara sonrisa y me guiñó el
ojo, llevándome hasta la cocina; allí me dejó sobre la encimera y encendió la
luz, ahí pude ver que lo mordí con demasiada brusquedad, pues un hilillo de
sangre corría por su labio
-
Gomen Kei…- susurré apenado
-
No me importa lo que me hagas- respondió acercándose a
mi y despojándome lentamente una por una de todas mis prendas. Me puse de pie y
lo ayudé también, quedando ambos desnudos al poco rato; con delicadeza, me puse
de puntitas y comencé a besar su cuello, lamiéndolo muy despacio, deleitándome
con la suavidad de su piel; cuánto extrañaba esa dulce sensación, echaba de
menos todo esto…
-
Perdóname si?- mis manos acariciaban sus pezones, que
se endurecían bajo mis caricias, mientras continuaba besando su cuello. Kei
suspiró pesadamente y contuvo un gemido. Entonces me separé de él con
brusquedad, me miró interrogante y yo solo sonreí antes de dirigirme al
refrigerador, abrirlo y sacar un recipiente con mermelada de fresa
-
Qué intentas hacer?- inquirió
-
Hacer que me perdones- respondí con la voz un poco
apagada y una sonrisa. Me arrodillé frente a él y alcé el rostro para mirarle,
Kei suspiró y esbozó una media sonrisa, estaba nervioso, lo sabía. Lentamente,
abrí el frasco y acaricié su erección, derramando un poco de mermelada sobre
ella; con suavidad, roce mi lengua por la punta, sintiéndolo estremecer. En
cuanto retiré la mermelada con mi lengua, comencé a succionarla con suavidad,
Kei se apoyó de la encimera con ambas manos y suspiró nuevamente, entonces
saqué la lengua por completo y comencé a lamer tu miembro en toda su longitud,
desde la base hasta la punta, retirándole finalmente todo el dulce. Alcé la
vista y me deleité con lo aquella escena, él, con los ojos cerrados, los labios
entreabiertos mientras jadeaba por lo bajo, deseando más
-
Daiki, por favor…- me pidió
-
Qué quieres? Tú dime…
-
Chúpala.
Y no hizo falta que dijera
nada más, me introduje su erección en la boca y comencé a succionarle con un
poco de rapidez, apretándosela con los labios mientras con una mano le
masturbaba, haciéndole gemir un poco más
alto. Continué lamiendo, succionando, sin dejar de mirarle… era tan sexy, tan
hermoso, me estaba haciendo perder el control con solo verle mal. Llevé la mano
libre hasta mi sexo y comencé a acariciarme mientras continuaba dándole placer
con mis labios. Su miembro se endureció un poco más y él llevó una mano hasta
mi cabello, enredando sus dedos en él y moviendo las caderas con lentitud
-
Daiki… para… no quiero llegar… así- susurró con
dificultad, volviendo a gemir nuevamente. No pude contenerme y lo imité, sin
hacer caso omiso a sus plegarias- dije que ya basta…- me tomó por el brazo y me
separó de él
-
Injusto- musité haciendo un puchero
-
Sabes lo que pasará si sigues y si eso pasa, se acabó
el juego- respondió en voz baja- y yo quiero seguir jugando- agregó mientras me
ponía de espaldas a él y de frente a la encimera. Volví la cabeza para ver que
hacia y me sentí sonrojar cuando lo vi inclinado, tomó el frasco de mermelada y
hundió sus dedos en él, llevándolos hacia mi entrada. Jadeé al sentir sus dedos
penetrarme lentamente; abrí un poco más las piernas y él continuó repitiendo la
misma hazaña hasta que comencé a dilatarme un poco, entonces ahí comenzó a
lamer mi entrada. Haciéndome gemir descontroladamente, un gran placer me
recorría de la cabeza a los pies, concentrándose en mi entrepierna
-
Kei…- profirieron mis labios con un gemido. Me
sostenía con fuerza de la encimera, pues las piernas me temblaban; lo
necesitaba, lo quería ya dentro de mí. Él pareció entender lo que quería,
entonces retiró su lengua y sus labios, poniéndose de pie detrás de mí; rozando
su miembro contra mi trasero- onegai, onegai…- añadí con dificultad
-
Ya no más esperas chiquito…- dijo antes de penetrarme
por completo. Sentí un poco de dolor por la brusquedad, pero al mismo tiempo
sentí como las olas de placer volvían a envolver mi cuerpo. Con lentitud, moví
las caderas, Kei puso sus manos en mi cintura para controlar mis movimientos,
mi piel se erizaba, mi respiración se entrecortaba, sentía como el calor nos
envolvían y como la estancia ardía en llamas.
Nuestros movimientos eran
cada vez más rápidos, más frenéticos, ambos gemíamos sin importarnos si
lográbamos ser escuchados. Lo único que queríamos era saciar las ganas del
otro; Kei me tomó por las caderas con fuerza y me penetraba con más
profundidad, hundiéndose aun más dentro de mí. El placer era cada vez más
insoportable, me sentía tan excitado que me dolía; no pude evitar soltar un
grito en cuanto él comenzó a masturbarme, sin dejar de deleitarme con aquella
exquisita penetración; sus manos se movían con rapidez en torno a mi pene,
causándome dolor al mismo tiempo el placer aumentaba aun más, y sabía que no
soportaría mucho.
Las embestidas de Kei eran
cada vez más profundas y rápidas; ladeé la cabeza para besarle y ambos unimos
nuestros labios, nos besamos salvajemente mientras yo sentía como volvía a
estremecerme otra vez, temblando ligeramente en sus brazos y volvía a humedecer
mi mano con mis fluidos al alcanzar el orgasmo; al tensar las paredes de mi
entrada, apreté aun más la virilidad de Kei, haciéndole derramar su esencia
dentro de mí. Con dificultad, volvimos a darnos un lento beso, sonriendo
finalmente mientras hacíamos un esfuerzo sobrehumano por respirar
-
Esto ha sido…- comenté sin palabras
-
Único- completó la frase y ambos sonreímos. Salió de
mi cuerpo con delicadeza y me puse frente a él- Daiki, no quiero que me digas
que esto solo fue por esta noche, de verdad, no te quiero perder… quédate a mi
lado. Te amo- volvió a decir, lo miré enternecido
-
No, después de esto no podría decirte que es solo por
una noche, pues para mi fue muy especial. Me sentí morir cuando me dejaste dos
meses atrás…- el puso un dedo en mis labios haciéndome callar
-
No vuelvas a repetirlo siquiera… eso no volverá a
superar, esta vez estaremos juntos para siempre- intercambió su dedo por su
labios, dándome un tierno beso
-
Te amo Kei- dije acariciando sus mejillas. Él sonrió…
después de todo mis amigos tenían razón, aquella noche sería muy especial;
tenía de nuevo al amor de mi vida, y eso era lo que importaba.
waaaaaaa!!!!! esta genial!!!! es uno de los mejores inoodai k he leido en toda mi vida xDDD
ResponderEliminarlo amee <333