Celos

 Este es un trío, sí trío!! dedicado para mi hermosa Mabe que gusta mucho de estos tres juntos...
Sabes que te quiero muchísimo linda y espero que te guste ^^
por otro lado, hay una encuesta que les dejé y es que quiero saber con que Jump les gusta ver a ♥YUYAN♥, curiosidad mía xDD





Llegó a la hora pautada para verlo sentado en una mesa ubicada en la esquina del bar, con esa sonrisa característica suya, como un niño en víspera de navidad, así era Hikaru. Últimamente salían a beber y se la pasaban  la mayor parte de sus ratos libres juntos, se le había echo costumbre encontrarse con su amigo a beber y charlar de infinidad de cosas, cosas de las que no podían hablar cuando el resto de los miembros del grupo estaban presentes, era “algo íntimo” que solo les incumbía a ellos. Por lo que nuevamente se habían citado en ese lugar suyo.
Pasaron una agradable tarde, como siempre, y se retiraron a sus casas. Por mucha confianza que le tuviese Inoo aún no se atrevía a  decirle una inquietud constante que lo aquejaba, o mejor dicho que lo acosaba, pues Yabu; novio de Hikaru, en los últimos días no lo había dejado en paz, se la pasaba reclamándole por, según el mismo Kota, tratar de quitarle a su novio, y es que, ¡que tan ridículo podría ser aquello! Él sería la última persona sobre la faz de la tierra que trataría de hacer eso, a Yaotome solo lo veía como un amigo, uno cercano y especial, pero no lo veía de ninguna manera romántica, eso era imposible ya que era otra la persona que lo hacía desvelar noche con noche y cuya simple pronunciación de su nombre le robaba largos suspiros de tonto enamorado.
Preocupado, se encontraba en su cama  mirando al techo tratando de idear una manera de aclarar los malentendidos con Yabu, pero lamentablemente cada vez que trataba de explicarle este hacía oídos sordos y lo dejaba con la palabra en la boca, era siempre igual. El mayor era un terco y no oía razón alguna.



De nuevo entraba al edificio, saludaba a sus compañeros conforme se acercaba a la sala de ensayos. Mientras se preparaba para comenzar pudo sentir una mirada penetrante, esta parecía clavársele en la nuca con fuerza, podía percibirla claramente, le estaba helando la sangre, incluso juraba que un aura maligna estaba detrás suyo. Tanto fue su miedo que por unos momentos se quedó paralizado, no fue sino hasta que Takaki lo apuró para que saliera de su trance. No hacía falta que se girara para saber quien era el causante, lo tenía muy claro, demasiado para su gusto. Desde que hubo empezado su "relación" con Hikaru, tenía que sufrir diversos tipos de acosos por parte del mayor del grupo; no es que no se llevarán bien antes, pero en las últimas semanas su afinidad se había incrementado y ahora estaba pagando las consecuencias de un comportamiento completamente normal, pues no tenía absolutamente nada de malo acercarse más a alguno de sus compañeros, pero era evidente que una persona no estaba de acuerdo…


Los minutos pasaban y pasaban y no conseguía hacer nada bien, aún podía sentir como Yabu le clavaba la mirada y eso era algo que simplemente no soportaba. Lo ponía demasiado nervioso y terminaba por cometer un error. Cansado de tanta estupidez de su parte, terminó por sentarse en un rincón de la sala viendo como los demás ensayaban. No podía creer que permitiera que el mayor pudiese afectarlo tanto como para inhabilitarlo de seguir practicando, era inaudito, ya le había tolerado demasiado, los gritos, reclamos, amenazas; pero que lo hostigue tanto como para no poder siquiera hacer su trabajo era el colmo. No podía permitir que continuara asediándolo de esa manera y menos cuando no estaba haciendo nada malo, menos cuando todo era solo una estúpida idea sin ningún sentido que se le había metido en la cabeza a Kota, debía terminar con eso, y debía hacerlo ese mismo día, no dejaría pasar más tiempo.
Espero pacientemente a que uno a uno los demás miembros del grupo se fuesen retirando, entonces cuando vió que su objetivo estaba a punto de marcharse, se levantó de su lugar y le dio alcance. Lo tomó fuertemente del brazo y lo llevó a un lugar apartado para poder decirle, o mejor dicho, aclararle que entre Hikaru y su persona no existía otra cosa sino una buena amistad que poco a poco se iba fortaleciendo.


-qué haces? Suéltame-

- quiero que dejes esta tontería-

- no se de qué hablas?-

-ya basta Yabu, estoy cansado de que me veas con mala cara todo el tiempo, te he soportado mucho pero ya me cansé-

-si ya te cansaste entonces deja en paz Hika!-

-pero qué tienes en la cabeza?! Como puedes pensar que a mí me gusta él?!-

-si no te gusta entonces por qué te le pegas tanto?!-

-ya ni sabes lo que dices! Deja de ser tan testarudo! No hay nada entre nosotros, entiéndelo!!-

-tú debes entender que tienes que alejártele!!

-eres tú el que tiene que entender que no me gusta-

- no? Ja! Entonces porque se ven a escondidas? Dime!-

- pero qué te pasa? Acaso crees que Hikaru te engañaría?-

-no, claro que no; él nunca haría eso-

-ya ves,  entonces… Por qué me molestas tanto?- preguntó incrédulo.

-porque confío en él… pero no en ti.
No te le vuelvas a acercar- con eso dicho se alejó del menor a paso rápido, dejándolo paralizado. *¿qué tiene en mi contra?*

No quiso saber más del asunto sintió que fue suficiente por un día, sino es que toda una vida, no había hecho nada que ameritaba tal desconfianza por parte del mayor sin embargo este le había dejado muy claro que lo tenía en la mira y  al parecer no lo dejaría ni a sol ni a sombra a soloas con Hikaru, no sin al menos gritarle de todo por ello.  Era posible acaso que el otro lo viese como un resbaloso infeliz quita novios desvergonzado? si las cosas no eran así, entonces por qué tanta saña con él?
Por qué parecía que solo le molestaba que fuese él el que estuviese cerca de su novio? por qué parecía que lo odiaba?

Se pasó la noche entera en vela meditando lo ocurrido hasta ese día, el mayor no había mostrado señales de tener algo en su contra, siempre se la pasaban bromeando o molestando a Takaki por ser tan baka e infantil, incluso a Keito por llorón. Pero su nueva actitud hacía él era irracional, celaba a Hikaru, pero solo con él; qué diablos pasaba con Yabu? Debería ponerle un fin al asunto, y si el mayor no deseaba hablar con él, verlo menos, entonces acudiría a su novio, después de todo cabía la posibilidad de que a él sí lo escuchara.


Decidido salió de su casa a encontrarse con su amigo y contarle de una vez lo que estaba pasando, el mayor de todos se había creado un triángulo amoroso en la cabeza y no encontró solución alguna más que tratar de hablar del tema con el menor. Tal vez eso sería lo mejor, trataba de autoconvencerse. Tal vez si Kota escuchaba de los labios de Hikaru que solo lo amaba a él todo terminaría por fin y volverían a tener esa relación que tenían antes, tan jovial, tan adorable, como anhelaba con todas sus fuerzas que le volviese a sonreír, necesitaba de ello como el mismo aire, porque para Inoo Kei no existía en el mundo persona tan especial en el mundo entero como lo era Yabu Kota…

Tocó el timbre esperando que pronto el menor abriera, se sentía ansioso y muy tenso. No sabía exactamente como explicarle su situación a Yaotome. Podía incluso el menor terminar por tomar partido en dirección a Kota, alejándose de su lado y ya con eso perdería a dos amigos muy queridos para él, pero como lo había meditado, no le quedaba de otra.
Al encontrarse cara a cara notó que este tenía una mirada muy seria, pensaba que algo tenía que haber pasado para que su amigo luciera así y se alarmó notoriamente cuando vio a Yabu en el sofá de la sala. Un tenebroso escalofrío le recorrió al verlo, su presencia no auguraba nada bueno, no podía haber adivinado que él también estuviese ahí, no justamente cuando debía decirle a Hikaru de sus constantes amenazas y peor cuando Kota le había prohibido acercarse al menor, seguramente esa visita conllevaría a malos entendidos y peleas, que era lo último que quería causar en la pareja. No deseaba arruinar la felicidad que el mayor poseía, aunque no la compartiese a su lado…


-qué hace él aquí Hika?-inquirió el mayor con odio.

- espera Yabu, no es lo que crees- dijo tratando de calmar su creciente molestia.

-a no? Entonces que diablos haces acá?!- Hikaru solo los veía con curiosidad.

-planeabas seguir insinuándotele no es asi?, golfo!-

- pero ya te dije que no es así! Entiéndelo!-insistía Inoo.

-eres una basura, pensé que eras mi amigo y tú solo quieres quitármelo!-

-que no! No veo a Hikaru de esa forma, por favor Kota entien-

-¡¡NO ME LLAMES POR EL NOMBRE!!-gritó lo más fuerte que pudo, interrumpiéndolo.

La habitación quedó en completo silencio, uno espeluznante en verdad. Yabu había expuesto su desprecio por Inoo ante Hikaru, quien solo turnaba su mirada alternándola entre ambos chicos; y, ahora que el mayor de los tres había hecho eso… qué podía esperarse a continuación?
Qué pasaría con la amistad evidentemente destruida? ¿cómo terminaría el conflicto entre los dos mayores? Pero lo más importante de todo; ¿qué haría Hikaru ante aquello?
De seguro el menor se lo estaba pasando muy mal, elegir entre un buen amigo y su novio era algo que probablemente no se le había pasado por la cabeza, pero cómo remediar el tremendo problema en el que se veía envuelto?
Cualquiera en su lugar preferiría salir corriendo y evitar lastimar a las personas que tenía enfrente, al menos momentáneamente. O,  tal vez le daría prioridad a su novio, después de todo el amor que sentía por él era mucho más fuerte que el cariño que podía llegar a sentir por su amigo cierto?. Pero, y si prefería la amistad? Se tomaría a mal los celos de su pareja y terminaría inclinándose a favor de su amigo?
Cualquier persona que atravesara por los mismos problemas que él consideraría estas tres como sus mas posibles opciones. Pero sea como sea, ninguna de estas era lo suficientemente buena, no ante sus ojos claro, huir no solucionaba nada y no quería por ningún motivo lastimar a dos personas tan importantes para él, en conclusión,  el dilema era… irremediable.
Pero, y si lograba que se amistaran de nuevo...?
Esa sería la solución a todo, hacerlos volver a la amistad que tenían antes de toda esa locura, aunque era más que fijo que lo tendría difícil, su novio no sería nada fácil de convencer, eso lo tenía muy claro.



-Yabu, me parece que te estas excediendo, dudo mucho que Inoo-chan tenga ese tipo de interés en mí-

- no sabes nada Hikaru, de seguro ESTE cree que con el cuentito del amigo podrá tenerte par él pero no lo voy dejar- mira a Kei con desafío y dice- nunca te lo voy a dar- sentenciando estas palabras va hacia Hikaru y le da un tremendo beso para nada inocente ni dulce, su lengua fiera se sumerge con profundidad en la cavidad del menor que trata de corresponder a pesar de la sorpresa que le causó.
Kei no podía salir de su asombro, por qué era tan cruel? no se lo merecía, no merecía tal muestra de afección de la pareja delante de sus ojos, no una como esa al menos.
Yabu había tomado a Hikaru por la cintura acercándolo descaradamente a su cuerpo y meciéndose de manera desvergonzada, podían sentir sus miembros despertar por encima de la tela, y al ser observados por Kei era inclusive más excitante todo, debían admitirlo.
El dolor, la furia, los celos,  todos juntos se encendieron en Inoo al presenciar tal desfachatez por parte de la pareja y es que no conforme con todo eso, Yabu había mantenido su vista fija en él todo el tiempo, como retándolo, era necesario realmente?
Ya no podía aguantar más, sentía su cuerpo sumirse en un oscuro abismo infernal del cual no tendría escapatoria, que tan desalmado llegaría a ser Yabu, acaso le ofrecería un espectáculo XXX en primera fila y dedicado a él o qué? Tan despistado podría llegar a ser para no percatarse de que al que realmente amaba era él…
Harto de todo y con algunas lágrimas furtivas por sus mejillas, se acercó a ambos y tomó del brazo al mayor fuertemente separándolo de su novio.

-basta! Deja de hacer eso, me lastimas!-

-lo admites entonces, admites que te gusta Hikaru-

-¡¡EL QUE ME GUSTA ERES TÚ!!- con esta confesión no tardo ni dos segundos en plantarle un beso fiero, fiero y desesperado. Desesperado por hacerle ver de una vez por todas que lo quería, que no existía otra persona en el mundo que ocupara su mente como lo hacía él, que no soportaba ser solo el amigo, que no podía tolerar más el no tenerlo a su lado, que debía de actuar…

Se separó lentamente manteniendo la mirada baja, se sentía completamente avergonzado por lo que acabada de hacer, avergonzado pero no arrepentido, ya estaba más que harto de los estúpidos celos de Yabu y si con esto podía hacerle entender que no pretendía a Hikaru de ninguna forma pues… a lo hecho, pecho.
Al ambiente era por demás tenso, Yaotome no podía creer lo que acababa de suceder ante sus ojos, en verdad Inoo se atrevió a besar a su novio? Qué diablos significaba aquello?
Todo se volvió patas para arriba por completo, era un confuso y agobiante triángulo amoroso que no supo ni cómo ni cuando empezó a formarse, pero algo sí sabía, algo sí tenía muy claro; a Yabu le afectó mucho ese beso, no solo porque fue algo totalmente inesperado sino porque sus mejillas coloradas así lo demostraban. El mayor poseía un temple inigualable, eso sin duda, y si se encontraba así  ahora era de seguro porque no había sido indiferente a ese beso que Inoo le robó, pues su rostro solo lo traicionaba de esa manera cuando era él quien lo besaba y acariciaba. Teniendo todo esto en cuenta, podía ser que Yabu tuviera sentimientos por Inoo más allá de la amistad?


Demasiadas preguntas, cero respuestas y una confusión horriblemente abrumadora eran las que mantenían ocupada la mente de Hikaru, haciéndola trabajar a mil pero ni aún así logrando descifrar el retorcido problema en el que se encontraban.

-por qué… ¿ por qué hiciste eso?- comenzó rompiendo el silencio Kota, pero sin mirarlo a la cara.

- yo… lo siento Hikaru, en verdad lamento todo esto- ignoró  olímpicamente al mayor.

-¿por qué lo hiciste?- repitió.

-esto no volverá a suceder, en verdad lo lamento Hika- continuó ignorándolo.

-Kei! Te estoy hablando!- gritó exasperado por la actitud del otro, primero lo besaba y ahora esto. Qué pretendía Inoo con todo eso?

- tú y yo no tenemos nada de que hablar, todo está más que claro-

- no, no lo está, quiero que me expliques por que dijiste que te gustaba y por qué demonios me besaste? si crees que con eso dejaré de creer que te gusta Hika-

-TE AMO A TI IMBÉCIL!, cómo hago para que lo entiendas, cómo puedes ser tan ciego?! Eres tú la persona que quiero!- lo interrumpió antes de que dijera alguna otra estupidez que no estaba dispuesto a tolerar. Ya había tenido suficiente de sus celos para toda una vida.



En verdad le había dicho eso? A él? A él que se había comportado como un idiota y lo insultó reiteradas veces tachándolo de lo peor? A él, quien lo humillaba cada que podía? A él!!? Que lo amaba?!! Tenía que ser masoquista!!!
No podía pensar en otra explicación para ello, después de todo lo que le hizo le confesaba que lo amaba? Definitivamente ese chico tenía algo mal.

Ya no supieron que decir, solo mantuvieron sus miradas bajas, ni si quiera podían verse a las caras, Inoo que no podía con la vergüenza de haberse confesado; Yabu sintiéndose el mayor de los idiotas por pensar todo mal y Hikaru  tratando de analizar por qué sentía esa molestia que le produjo la confesión del pelinegro, se suponía que era por su novio pero… por qué no se sentía tan convencido de eso?
Al final de tan larga agonía Kei no aguantó más y salió como rayo del lugar bajo la intensa mirada de la pareja…



Nuevo día, nuevos problemas… al menos eso era lo que Inoo Kei esperaba encontrar al llegar a la empresa después de haberse confesado de una manera que consideraba por demás estúpida, eso, o si la suerte estaba de su lado, solo se encontraría con la famosa ley del hielo por parte de la pareja de “enamorados”. Pero se dio cuenta de que estaba muy lejos de poseerla. Si bien ninguno de los dos le habló en todo el día si mantenían su vista fija en él, estaban pendientes de cualquier pequeña acción que el pelinegro hacía, lo escrutaban con la mirada hasta el punto de hacérsele intolerable. La insistente presión que sentía sobre sí lo estaba llevando al límite, un terrible dolor de cabeza le aquejaba y él solo se lo atribuía al par de ojos que no lo perdían de vista, ni siquiera cuando molesto ya de tanta miradera se alejó del resto de grupo.
Caminó por los pasillos tratando de despejarse aunque sea un poco y encontrar algo de alivio, caminó, dio vueltas, y de un momento a otro ya ni supo donde estaba, aunque tampoco le interesaba. Abrió al azar una puerta y se metió a la habitación. Ésta estaba llena de innumerables trajes coloridos y llamativos; le hacía preguntarse quien era el vestuarista  de la empresa, conocerlo y preguntarle por que demonios tenían que usar trajes tan horrendos como los que habían ahí!!, esta bien llamar la atención y todo pero eso era demasiado, agradecía que al menos ya no les hicieran llevar esa ropa escandalosa tan a menudo, pero de seguro los pobre juniors no correrían la misma suerte y tenían que soportarlo, después de todo, los trajes coloridos, totalmente fuera de tono, combinación y hasta ridículos venían en el paquete de ser un jhonnys .
Se sentó en un rincón divagando en pensamientos tontos para distraerse y ahí se quedó hasta que la puerta se abrió abruptamente…




Lo vió salir y tenía muy buena cara, su intención no era martirizarlo, al contrario, pero no pudo evitarse a si mismo de ficharlo cada que podía, no sabía por qué, o mejor dicho lo sabía pero trataba de darle una razón a ello, y claro, la explicación que le daba le causaba algo de temor, aunque realmente el mayor nunca hizo ni se mostró diferente o “cariñoso” con él; el pasar tanto tiempo juntos había significado un cambio en su interior que podría darle algo de razón a los pensamientos erróneos de Yabu, que al parecer no estaban tan lejos de la realidad, aunque por supuesto eso fue algo que pasó, nadie lo buscó, a nadie podría echarle la culpa sino a su persona por albergar ese sentimiento, sentimiento amoroso dirigido a nada más y nada menos que Inoo…
Planeó seguirlo inadvertidamente. Espero unos minutos para salir detrás suyo y como pudo trató de figurar por donde se fue y solo terminó dando vueltas de un lado para el otro como tonto, estaba a punto de regresar con sus compañeros cuando un ruido le llamó la atención. Se dirigió al lugar y al entrar su cara casi se le cae de la tremenda sorpresa que se llevó, ahora sí que no entendía nada...





Estaba distraído y cansado eso lo notaba, asi como notaba que no se sentía bien, seguramente por lo ocurrido ayer pensó. El mismo pasó la noche en vela repasando los hechos vividos ese día, tan solo de recordarlo su piel se erizaba, no deseaba admitirlo pero, esa inesperada confesión le causó un pequeño revoltijo dentro. Ni él mismo estaba seguro de por qué.
Al verlo salir no dudó ni dos segundos en seguirlo, le siguió todo el tiempo lo más sigiloso posible hasta que por fin se metió a una habitación. No sabía que hacer, se iba? Entraba? No estaba muy convencido de ninguna, si se iba, entonces con que objetivo lo persiguió todo el tiempo? Si entraba, de que hablarían? De cuánto le gustaba?
Decidió tener algo de valor...





-Dime que no te gusta, no me mientas!-

-¡Pero no lo hago!-

-así? Por favor-

-es la verdad!-

-Entonces ahora que soy yo el que te gusta  trataras de conquistarme a mi eh?

-Claro que no!  nunca me interpondría entre ustedes-

-No mientas-

-No lo hago, deja de tratarme como un mentiroso no lo soy- gritó

-No estoy muy seguro de ello.Quién dice que no montaste todo ese teatrito solo para despistarme?-

-Que no! Maldición!-

-Seguro?-

-Si! En verdad te amo!-

-Eso lo veremos…-

Y sin más tomó sus labios  en un impactante beso que dejó anonado al menor, completamente petrificado por lo que hacía. A que se debía eso? pero su mente dejó de funcionar al sentir los labios de su amado moverse sobre los suyos. Un contacto inesperadamente suave, hermoso, muy delicado que lo hacía flotar, mecerse en el aire como nunca antes, una sensación indescriptible, la de besar por primera vez a la persona que amas...
Siguieron con el beso por un buen rato, incluso se habían tomado de las manos haciéndolo más especial. Lentamente el mayor dejó sus labios y pasó a besarle el cuello, lamiendo vehemente la zona, causando suspiros de su acompañante. Sus manos soltaron las del menor, y se dirigieron debajo de su remera logrando tocar su piel, tan suave, y esta parecía quemar al tacto. Siguió recorriendo camino arriba hasta encontrarse con dos pequeños bultos que sobresalían, de inmediato centró toda su atención a los pezones que desde un principio estaban duros, tanto, que le hicieron desearlo a probar, y así lo hizo, rápidamente le quitó la prenda dejando todo su torso al desnudo, pero su vista se mantenía fija en sus objetivo y sin compasión atacó una y otra vez los apetitosos pezones de Inoo, pasando su lengua por completo sobre estos, mordiendo con sadismo y chupándolos sonoramente provocando gemidos de placer puro en el menor.
Insatisfecho con lo que había echo hasta ahora bajó tortuosamente por el abdomen del pelinegro, dando besos cortos a su paso, llegó hasta la hebilla del pantalón y miró hacía arriba encontrándose con los ojos acuosos de Kei. La tentación era muy grande y sin querer opacarla en lo absoluto siguió con lo que su mente tenía planeado. Le bajó lentamente la prenda dejándolo solo en boxers, con ambas manos tomó sus glúteos acercando su cuerpo aún más a su rostro y lo restregó contra la calentura aprisionada del otro, estaba durísimo, se le notaba, sonrió complacido consigo mismo por ello y con sus dientes empezó a bajarle lo último que protegía a Inoo de mostrar su intimidad. Al verlo libre por completo no pudo evitar jadear, era perfecto, el tamaño era más de lo que había esperado, su grosor increíblemente antojable y tenerlo erecto frente a él no hacía si no hacer vibrar su entrada pidiendo a gritos por él. Sacó su lengua y con ella recorrió por completo su longitud, estremeciendo el cuerpo de su ahora amante; llegó  a  la base y con sus labios chupó el contorno de su pene hasta volver a la punta. Repitió esta acción unas cuantas veces más hasta que por fin introdujo el miembro de Inoo por completo en su boca tomando todo de él.

Nunca se había sentido tan bien en su vida! Se había masturbado incontables veces pensando en Kota pero, que este le haga sexo oral en la vida real superaba en mucho a sus fantasías pajeras.
Sentía su lengua caliente rozar toda su hombría, su saliva mezclarse con su pre-semen y escurrirse por las comisuras de sus labios, algo tan excitante.
Tan sumidos se encontraban en el placer y el regocijo que no se percataron de que alguien más los estaba observando. Hikaru había presenciado la desfachatez de su novio y su amigo, cómo podían hacerle eso? No lo iba a permitir, por ningún motivo dejaría que las cosas continuaran de esa manera.

-mmh mmh- carraspeó el castaño asustando a sus compañeros de grupo que lo voltearon a ver con la sorpresa denotada en sus facciones. Los habían pillado. Ahora sí que estaban en problemas, qué tipo de explicación, excusa, podrían darle? Ninguna, no existía alguna en lo absoluto que encubriera el echo de haberlos visto asi, a Yabu con el pene de Inoo dentro de su boca.
Su mirada era de enfado total, se acercó a paso lento hasta ambos y los miró fijamente a los ojos a cada uno. Sin decir una palabra se agachó hasta quedar cara a cara con su novio, lo tomó del rostro y le plantó un beso apasionado, lo dejó, y con ambas manos agarró el miembro de Kei y lo llevó a su boca metiéndoselo por completo y llevando una de sus manos a la escondida erección de Yabu, que parecía no estar ya en este mundo, pues no entendía nada.
Hikaru estaba enfadado sí, pero no por lo que estuvieran haciendo, no, más bien porque lo disfrutaban sin él…
Al comprender mejor todo, el mayor sonrió y se unió a su pareja en el placentero acto de darle placer con la boca a su querido Inoo Kei, que por cierto, no dejaba de gemir sus nombres con cada lamida y succión.

Se encontraban los tres desnudos por completo con Inoo en medio, Hikaru enfrente y Yabu por detrás. Sus manos recorrían con morbo sus cuerpos hasta el punto de no saber quién era quién, perdidos por completo en  el magnetismo de roces candentes cargados de pasión. De un momento a otro Yaotome se puso a cuatro mostrándole a Kei su entrada para que hiciera lo que le placiera y este, tan amable, no estaba dispuesto a rechazar tan tentadora propuesta, se puso de rodillas y tomando su miembro con la mano derecha se introdujo el mismo en la cavidad del menor arrancando de lo más profundo de su garganta un fuerte gemido. Desde un principio comenzó a moverse, lento sí, pero profundo, su erección tocaba lo más hondo de Hikaru.
Yabu por su parte estaba encantado con el espectáculo que presenciaba, pero no quería quedarse atrás. Fue repartiendo besos a la espalda de Inoo hasta llegar  a su trasero, redondo  y firme, se recostó sobre el suelo y se deslizándose hasta quedar en el lugar que tanto anhelaba. Ese punto era el ideal para ver entrar y salir una y otra vez el miembro de su amigo del interior de su novio. Rodeó las caderas de su novio ayudando con el vaivén y sirviéndose de este para tomar impulso y poder saborear a plenitud  lo que deseaba, la dureza del pelinegro cada que salía de su novio y el miembro de Hikaru
tan rígido como una roca sólida que ya comenzaba a largar un líquido con sabor a gloria.
Kei siguió con sus embestidas, consciente de que el mayor estaba debajo suyo como el espectador más afortunado del mundo por ver el show tan cerca. Podía llegar a ser tan sucio, y, para que negarlo? Le encantaba. Continuó penetrando salvajemente hasta que se sintió eyacular en la cavidad del otro, con cuidado salió de su interior y se recostó sobre el cuerpo de Kota que comenzaba a lamer el fluido blanquecino que ya empezaba a chorrear por la entrada del castaño, hizo lo mismo que él y se saboreó a si mismo mientras friccionaba su miembro con el de Yabu, limpiando por completo los restos de su esencia del trasero de Hikaru.
Al terminar, colocó las piernas del otro alrededor de su cintura y con su erección al máximo comenzó a penetrarlo rítmicamente, sintiendo la  estrechez de su entrada y el calor de su cuerpo. Estaba muy enfocado en soltar gemidos de placer, tanto, que no notó su orificio siendo dilatado.
Cuando el menor de los tres creyó que era más que suficiente lo que había echo para prepararlo, se introdujo en su interior con total facilidad, al parecer “alguien” disfrutaba mucho en soledad con juguetes sexuales, de otra manera se habría quejado por la intromisión. Sonrió por ello pensando que su amigo era un pervertido de lo peor, como él mismo talvez, y se unió al compás marcado que disfrutaban los otros dos. Mientras embestía a Kei  besó su cuello con desespero hasta llegar a su lóbulo y chuparlo.
Inoo dió vuelta el rostro para encontrarse con los sensuales labios de Yaotome que no dejaba de soltar sonoros suspiros de excitación.
De esa manera, los tres siguieron con su algarabía; Kei tomando el miembro de Yabu para masturbarlo con ferocidad, pero sin dejar de arremeter contra su cuerpo de manera desenfrenada, sintiendo sus nalgas colisionar con el cuerpo del menor detrás suyo, que estaba haciendo, hay que decirlo; un increíble trabajo; ahora entendía tantos celos por parte de Kota, con lo bueno que era en el sexo tenía que mantenerlo vigilado las 24 horas del día, ahuyentando a cualquiera que quisiese robárselo, aunque ahora también estaba él para dicho trabajo.
Mantuvieron el ritmo unos minutos más hasta que cargados de placer en cada poro de sus cuerpos llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo, manteniendo una sonrisa idiota en sus rostros, recostados juntos en el piso, en una habitación llena de trajes de colores y una cámara de seguridad en una de las esquinas de la habitación que se encontraba ahí para prevenir que cualquier junior tratara de atentar contra los criminales disfraces que allí se encontraban; pero, esta ahora había sido testigo de que tan peligrosos son los celos y triángulos amorosos, más aún, cuando existe el deseo de por medio…