martes, 17 de julio de 2012

Tell me... why?- Cap 3

El día que la conocí supe por primera vez lo que quiere decir “el amor lo puede todo”. Solo se les olvido decir que esta “regla” significa también que por amor la persona es capaz de hacer hasta lo más estúpido e irracional…
Recuerdo perfectamente cuando el tormento comenzó. Seguía esperando en ese café aún sabiendo que no llegarías; que puedo decir, mi esperanza iba más allá de lo normal que no me importó quedarme ahí como tonto aguardando tu inexistente porvenir; estaba completamente absorto pensando en ti que me impacto el hecho de encontrarme una chica con una muy tímida sonrisa al reaccionar, podía ver reflejado en sus ojos la inseguridad…

-“etto... ¿ichimura-kun?”- pronunció con una voz muy débil y aguda.

-¿eh? no, lo siento, mi nombre es Arioka Daiki-

- ¡oh! Lamento haber sido tan grosera, pensé que eras alguien más y encima me siento en el lugar de tu cita, gomenasai- dijo muy colorada y levantándose para hacer una reverencia- “mí cita” me quedé pensando.

- Eso no es necesario, no tienes que disculparte, solo estabas confundida ¿ne?

- pero aún así yo… yo… en verdad lo lamento- agachó su cabeza, se le notaba que estaba muy avergonzada.

- Todo está bien no te preocupes, en lugar de eso por qué mejor no buscamos a ese chico, vamos.

- ahh no, déjalo.

-¿Eh? ¿Por qué?

- es que… en realidad no tengo idea de cómo luce, unas amigas me arreglaron esta cita a ciegas; al entrar solo noté parejas y grupos de amigos, la verdad cuando te vi sólo pensé que podrías ser él, pero no es así, además aquí no hay nadie que parece que estuviera esperando a alguien, de seguro y ya me plantaron jeje- note como bajaba más la mirada al decir esto.

Me dio mucha pena cuando la escuché decir aquello, ambos habíamos sido plantados, con la diferencia de que el mío era en amigo y el de ella su cita.

- quieres venir conmigo a… no se… dar una vuelta tal vez-

- ¿pero… no esperas a tu novia?-

- no, para nada, solo iba a ver a un amigo que por cierto me avisó que no vendría, si me ves aquí solo estoy matando el tiempo-

- ohh… ya veo jaja entonces estamos igual ne?

- sí, y dime ¿te gustaría ir a un lugar en especial?

- mmm no realmente, ¿que tal si damos una vuelta por el parque?

-¡claro! suena bien-

Nos dirigimos a un parque cercano, era muy agradable charlar con una chica tan dulce, siempre dibujando lindas sonrisas en su rostro y siendo tan simpática.
Pasé una tarde muy amena ese día y se me ocurrió que podría volver a tener un lindo encuentro como ese en otra ocasión, por lo que le pedí su número, la próxima vez que Inoo no pudiese pasar tiempo conmigo, definitivamente la llamaría a ella, estaba muy contento de haber hecho una amiga tan amable….





Cada vez los encuentros con Kei disminuían, estaba muy ocupado últimamente y nunca me decía porque, solo que no podíamos vernos, me dolía, no lo voy a negar, pero pude llenar esos momentos de soledad con mi nueva amiga, y a decir verdad, me lo pasaba muy bien, era muy entretenida y graciosa, siempre lograba sacar una sonrisa de mí sin importar lo triste o frustrado que me encontrara por no ver a Inoo, calmaba un poco las ansias que sentía en esos momentos, la desesperación por su ausencia quedaba en un segundo plano al estar a su lado, pero aún así él siempre ocupaba mi mente, se podía decir que los encuentros que tenía con mi linda amiga lograban amenizar un poco mi desesperación sin embargo no conseguía que me olvidase de él, eso es algo que nadie fue capaz de conseguir, al menos no el tiempo suficiente…

Habíamos quedado como tantas otras veces, ya no necesitaba de la ausencia de Inoo para verla, si me sentía de humor para salir, la llamaba y quedábamos. Estábamos paseando por el parque, como era nuestra costumbre, hablando de infinidad de cosas banales, se convirtió en la mejor amiga que he tenido, la única de toda mi vida y a la que no supe proteger y terminé por arruinarle la vida…

Se hacía ya de noche y debía dejarla en casa para que descanse después del día tan activo que tuvimos, nos dirigíamos a comprar un helado aprovechando el clima tan caluroso antes de emprender el regreso a casa cuando… presencié algo que comprimió mi corazón de un solo golpe hasta reducirlo en… un desecho inservible. Era Inoo, estaba con una mujer, estaba besándola y acariciándole la espalda mientras lo hacía, aún cuando sabía que solo éramos amigos, que nunca podía esperar otra cosa de su parte que no fuera un simple cariño, dolía… dolía mucho, dolía saber que pensabas en alguien más, dolía saber que le pertenecías a alguien más, dolía saber que… amabas a alguien que no era yo, Inoo dolía todo eso y más pero no pude decírtelo…
El despecho y la amargura que sentí fueron tan inmensos que en un arranque de estupidez terminé cometiendo uno de los mayores errores de mi vida, tome a mi acompañante de la mano, la miré a los ojos para susurrarles unas cuantas cosas al oído; aún me cuestiono por qué fue que acepto aquello, o al menos por qué lo hizo tan rápido; y cogidos de las manos fuimos ante la flameante pareja que no tenía decoro alguno en demostrar su pasional amor.

-kombawa Inoo- te separaste de inmediato de tu acompañante, a la cual la habría desgreñado toda sino fuera porque era mujer por haber tenido el atrevimiento de ser tan lujuriosa contigo. Aunque siempre supe que no tenía ni el más mínimo derecho de sentirme así de celoso, después de todo, no éramos nada…

-Daiki!- exclamaste exaltado- que sorpresa verte-

- lo mismo digo Kei, ¿no me presentarás a tu cita?-

- ¡oh! Sí claro ella es…- no recuerdo su nombre, preferí olvidarlo al igual que de las otras, para que recordar eso con todo el daño que me causaba, me basta con que tú fueras el único que me provocaba dolor, eso me era más que suficiente…

- un gusto, Daiki-kun, ¿cierto?-

-Arioka, mi nombre es Arioka Daiki- dije con un tono de dureza sin ser grosero.

- oh, Arioka-kun entonces- sonrió aquella mujer- eso me causó repulsión, verla sonreír de lo más tranquila, sentía celos de ella, no debía lo sé, pero fue imposible evitarlo, este me consumía en ese momento, tanto, que no supe pensar con cabeza fría y terminé haciendo lo que hice, sabiendo que estaba mal, sabiendo que solo la estaba usando, sabiendo que a él poco le podría importar, aún sabiendo todo eso no me detuve y seguí, seguí con mi rabia como un estúpido, seguí con lo que desencadenó el martirio en nuestras vidas, esa cólera que se apoderó de mí pedía salir y la dejé libre, aún cuando estaba seguro de que a ti no te importaría, no quería quedarme atrás y ese rencor lo expresé con palabras, palabras que debieron ser cálidas y llenas de sentimiento... salieron de mi boca con odio y apatía.

- les presento a Hana, mi novia- con esa simple oración marqué el rumbo de nuestras vidas, la de los tres. A partir de aquel momento todo cambió, fue mi culpa que todo se tornara de esa manera, pero sigo sin comprender porque me odiaste tanto desde entonces y porque lo seguiste haciendo hasta el día que desapareciste de mi vida, dejándome sólo, con tus recuerdos, y con el anhelo de no haberla conocido nunca, aunque no tuviera culpa de nada, a pesar de todo el daño que le causamos, sigo teniendo esta sensación de culparla a ella por lo que pasó entre nosotros, creo que así se me hace más fácil. Soy una basura...

No dijiste nada ante eso, solo te despediste y te diste la vuelta llevándote contigo a esa mujer. Te vi marcharte a su lado y mi espíritu decayó notablemente solo quería llegar a casa e ir a dormir, y eso fue exactamente lo que hice, después de dejar a Hana en su casa, sentía como mis fuerzas se desvanecían con mayor rapidez, por lo que me apresuré en llegar a mi solitario hogar.


No lograba conciliar el sueño, ya eran pasadas las 2 de la mañana pero seguía si lograr dormirme; fue desde ese momento que se me hizo costumbre tomar pastillas antes de dormir, ya que al acostarme, siempre aparecías en mi cabeza perturbando mi mente; cuando oí el incesante timbre sonar escaleras abajo, no entendía la urgencia de la otra persona al tocar con tanta insistencia. Fastidiado, abrí la puerta quedando perplejo frente a la imagen que se ofrecía ante mí.

- ¿que te pasó?- pregunté poniendo mis manos sobre sus hombros, sorprendido por lo que se presentaba ante mí, aquello… ¿era... sangre…?

- Dai-chan yo… yo…- no pudo articular otra palabra porque se desplomó en mis brazos, tenía la cara hinchada de tanto llorar y los brazos con heridas, su ropa esta desgarrada y restos de lágrimas se divisaban en las comisuras de sus ojos ¿quién pudo haberle hecho esto?...

1 comentario:

  1. Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!! Me encantóoooooo!!! Aunque estoy segura k esté serial lo estuve leyendo en el foro o_O bueno no importa ahora me paso al siguiente ;-)

    Muero por saber k le paso a la amiga de Daiki

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