jueves, 16 de julio de 2015

I like the way you do it 2




Pronto lo vería, habían acordado encontrase en su departamento, todos los fines de semana se juntaban para pasar una excelente noche, esta no sería la excepción.
Determinado, subió hasta su piso y abrió la puerta con el juego de llaves que Takaki le había mandado a hacer *para que me sorprendas de vez en cuando* le había dicho, y claro, aprovechaba en hacerlo cada que podía, aunque esta vez sería un tanto diferente. Fue directamente a su habitación y...

-ahhh Takaki-samaahh-

- te gusta Dai-chan? entonces gritaahh, grita para mi -

-Takaki-sama ahh! ahh!-

Se quedó de piedra unos momentos, ¿su primo se estaba comiendo a alguien más? tendría que haberle dicho que  otra persona  lo acompañaría, se hubiese buscado algo que hacer mientras estuviera ocupado por lo menos, pero, una idea lasciva pasó por su cabeza, ya que estaba ahí...

Estaban ambos en la cama, de cara a la puerta, con los ojos fuertemente cerrados y el extraño puesto a cuatro. Aquel chico no se veía nada mal, tenía un rostro muy femenino, sí, incluso más que el suyo, y si no tuviese esa perfecta vista de su miembro erecto  hasta juraría que era una mujer, pero era en verdad atractivo, cara redonda, piel blanca, labios carnosos, un hermoso falo rosa que te llamaba a chuparlo...
Se estaba calentando, con apenas unos cuantos segundos de presenciar aquella sexy escena de deseo carnal ya la tenía muy dura.
Sin ningún recato llevó su mano a su entrepierna tratando de saciar su necesidad, la movía con entusiasmo por encima de la tela.




 Sentía que estaba cerca, su cuerpo se estremecía al ritmo de su mano, su respiración se tornaba más agitada, los espasmos empezaban, apretó con fuerza su mano deslizándola lentamente de  la base a la punta, haciendo más presión al llegar al final. Al estar tan cerca del orgasmo se apresuró a  acortar las distancias entre su persona y los castaños; movió con más énfasis su mano y eyaculó sobre el extraño, manchándole la cara con su semen. Daiki no pudo evitar gemir al sentir aquel líquido caliente sobre su rostro, menos aún el abrir su boca para probar algo de aquel apetitoso brebaje. Ese chico le pareció realmente guapo, y no esperaba la hora de que se uniera a ellos. Takaki lo embestía fuertemente desde atrás y sentía que ya llegaba a su límite, doble fue el placer cuando aquel chico tomó su miembro y comenzó a masturbarlo. Tiró su cabeza hacia atrás gritando por las sensaciones que le causaban, y con un estruendoso alarido de gozo, se corrió en la mano del otro, quien no dudo en lamer los restos de su esencia.
Cansado se recostó sobre la cama, su respiración era trabajosa y le dificultaba el habla.Pero eso no sería todo, Takaki aún tenía demasiada energía y no estaba nada dispuesto a guardársela. Se levantó  y  tomó del brazo a Yamada. Lo empujó sobre la cama y lo dejó a lado de Daiki, quien veía la escena muy divertida y esperaba el momento oportuno para actuar.
Yuya se encimó sobre el  cuerpo de su primo, empezó a sacarle la ropa lamiendo cada porción de piel que quedaba al descubierto, sintiendo cómo la temperatura corporal del menor iba en aumento a lo loco. Se le notaba la excitación creciente por como su miembro se erguía nuevamente. Ante tal acto Takaki no pudo contenerse de tenerlo en su boca. Lo sentó  en la orilla de la cama y se agachó hasta quedar a la altura de su pene, lo tomó con algo de brusquedad y prosiguió a chuparlo, alternando miradas entre los dos menores.
Su lengua experta recorría de par en par la palpitante extensión del chico, masajeaba sus testículos con una mano y con la otra le pellizcaba los pezones, los jadeos del menor no se hicieron esperar,  inundando así toda la habitación y claro, provocando más al pequeño castaño que tenían al lado. 
Daiki miraba atento cada pequeña acción realizada por el mayor, siempre le había gustado Takaki, desde que lo conoció había fantaseado con él, en la universidad lo seguía con la mirada y trataba de sacarle conversación como a de lugar, incluso se le insinuaba cada que podía, sin obtener buenos resultados al principio, llegando a pensar que el mayor no quería nada con él, pero un día de buenas a primeras Takaki se le acercó y lo invitó a su casa, de lo más natural del mundo, sólo que  al llegar, el castaño lo tomó de la cintura y le plantó un beso salvaje que casi lo sofocó pero que le supo a gloria, de ahí empezaron a hacerlo, muy seguido para su buena suerte, pues Takaki era un amante espectacular, rudo y apasionado, exactamente  como lo había imaginado. Y ahora, tendría el placer mayor al disfrutar de las caricias de su primo; haciendo memoria recordó que los había visto juntos en alguna que otra ocasión pero no se se hubiera imaginado ni de casualidad que disfrutaría de ambos a como se le viniera en gana, gritaría de placer con ambos y se regodearía en su buena fortuna por ello. Y ¿cómo no hacerlo con unos hombres así de espectaculares en tu cama?
El chico  estaba más que encantado con aquello, después de su gran decepción amorosa con el hombre que él creía, amaría por toda la vida, decidió que ya era hora de dejar de ser tan ingenuo, soltarse más y buscar su propio beneficio, así sea  sexual o no. Aquel chico le abrió los ojos a la crueldad de los seres humanos  y los placeres del mundo, placeres que sin duda alguna podría disfrutar con más de una persona a la vez, como lo estaba por hacer…
Decidido a saciar su sed de lujuria con esos dos sensuales chicos. Se aproximó a ellos, con su mano acarició la suave espalda de Takaki  mientras este seguía degustando el miembro del más pequeño. Acercó sus labios a su hombro derecho  y lo besó recorriendo lo ancho de su espalda hasta llegar al otro extremo, soltando lengüetazos en el camino, dejando un rastro de saliva en su perfecta piel.
Recorrió con sus manos el contorno de su cuerpo, marcando su silueta, deslizando sus manos hacia sus pezones, pellizcándolos y tirando muy fuerte de ellos, introduciendo su lengua en su oreja con suma lentitud, rodeando su aureola y chupándola también. Se separó un poco y abrió las piernas de Takaki, se  acostó en el suelo, justo debajo de la parte inferior el cuerpo de Yuya y comenzó a besar esa zona con impaciencia, metía su lengua en la entrada del mayor incesantemente, tomó propio miembro y empezó a masturbarse.
Yamada por su lado no podía dejar de gemir, las succiones de su primo eran  muy sádicas, chupaba con fuerza su miembro dejándolo completamente rojo. Era muy rudo, pero adoraba ese salvajismo suyo, estaba a  nada de venirse, y lo hizo, mirando a Takaki mientras mordía su labio inferior y profiriendo un gran  grito de satisfacción.
Estaba más que dispuesto a ir por más cuando su celular inoportuno los interrumpió, la verdad le hubiera dado lo mismo pero por la melodía supo de quién se trataba y no le quedo de otra que contestar, sabía que podía ser importante cuando le había dicho que no lo molestará ese día porque estaría muy ocupado con sus “asuntos familiares” y aún asi lo llamaba.
Cogió el teléfono y solo pudo distinguir un

                “yama-chan te necesito





Al otro lado de la línea en medio de sollozos, entonces supo que lo quedaba de otra que ir a verlo, pues era su mejor amigo, y sabía que si estaba así era aporque algo realmente grave le había pasado.
Así que se vistió rápidamente, se disculpó con los mayores y se fue de ahí escuchando las quejas de los otros dos, no le hacía ni pizca de gracia haberse ido sin terminar con lo aquello pero, era su mejor amigo, siempre lo había apoyado, incluso cuando empezó a acostarse con Takaki, no le hizo ningún reclamo o queja, sólo le pidió que tuviera cuidado de no ser descubierto y lo encubría de tanto en tanto.
Llegó a su casa más rápido de lo que esperaba y escuchó toda la historia de su amigo, entre llantos y lamentos lo que pudo entender era que su novia lo había engañado y estaba muy dolido puesto que la quería mucho y no pensaba que fuese de ese tipo de chicas.

- te dije que dejaras de verla, sabía que pasaría esto-

- ¿a qué te refieres Ryo?- dijo sollozando aún.

- la tipa esa es una cualquiera, ha estado con muchos-

-¿cómo sabes tú eso?- inquirió temiendo la respuesta.

- la conocí el año pasado en la fiesta de un amigo y terminamos en la cama-

-¡y me lo dices así! tendrías que habérmelo contado antes-

- lo iba a hacer pero, cuando vi cuanto te gustaba preferí no decirte nada para no lastimarte-

- y ¿cómo crees que estoy ahora Ryo?-

-oh Yuto olvídala, esa tipa era una tonta y además era terrible chupándola- lo dijo con cara de asco que hasta le hizo gracia al más alto.

-eres un pendejo Yama-chan- le dijo con una media sonrisa.

- pero es verdad o ¿no? ¿acaso a ti te gustó cómo lo hacía? no entiendo porque seguiste con ella después de que se acostaran, yo pensé que ibas a dejarla-

- no salía con ella por el sexo idiota, de verdad la quería-

- ahh  no te entiendo- dijo mirándolo con el ceño fruncido.

- es que ¡tú sólo piensas en tirártelas! y tirártelos también...- expuso lo último un tanto avergonzado.

-jajaja es que no has probado el sexo gay, ¡es genial! mmmh que te la metan se siente increíble Yuto...-

-¡oye! ¿qué dices? no lo digas delante mío ¡idiota!-

-pero los hombres son mejores en muchos aspectos, al ser hombres saben mejor cómo provocarnos un orgasmo-

- pero qué co... o_o Ryo! ¡estás erecto!-

-¿eh?- el pensar en ello le había subido los "ánimos" y más teniendo en cuenta que no pudo disfrutar al máximo del sexo con su primo y su adorable compañero de universidad.

-¡eres un sucio!- le decía volteándole la cara.

-¡es tu culpa que este asi!-

-¡MÍA!- le dijo poniéndose muy colorado.

-¡si!, ¡tuya! yo estaba de lo más bien en la cama con mi primo y su lindo amigo cuando me interrumpiste!-

- ah ehh... bueno, es que olvidé que estabas con él-

- si claro y yo me quedo con las ganas por culpa de una tonta que no sabe como chuparla!


-¡que ya basta con eso de una vez enfermo de mierda! eso es lo único en lo que piensas?  coger todo el tiempo y ya?-


-y ¿en qué demonios más pensaría sino es en pasar un buen rato  en la cama con alguien?-

-este idiota... ¿nunca has pensado en enamorarte? ¿en encontrar a tu chica soñada y formar una familia con ella?- lo decía con cierta ilusión, provocando que Ryosuke lo mirara mal.


- a mi no me vengas con eso maricón de mierda-


-imbécil, ¡eso es mejor que coger con cualquiera como lo haces!-


- para tu información ¡no me cojo a cualquiera! tienes idea de los cuerpos que han pasado por acá?- dijo señalando su entrepierna- o por acá- refiriéndose a su trasero-


- ¿te crees muy bueno? ja aceptalo Yamada las chicas se te acercan sólo porque tienes dinero, y los chicos... -hizo una mueca- porque pareces una mujer -lo dijo sonriendo- de seguro te quedaría muy bien usar una mini falda o no Ryo? con esas piernas que tienes creo podrías conquistarme hasta a mi  jajajajaja- Nakajima ya hasta había olvidado sus penas, ahora sólo se enfocaba en  molestar a su amigo.
Ryosuke estaba furioso, cómo se atrevía a decirle eso, Yuto siempre sabía darle dónde más le dolía, que mal agradecido era, se privo de una buena sesión de sexo para consolarlo y él le salía con esas cosas hirientes, estaba muy enfadado.

- con que parezco chica ¿no?-


-si una muy buena yama-chan, tienes un culo fenomenal- le guiño un ojo-


- ¡¿por qué mierda me andas mirando el culo pedazo de puto?!- le dijo sorprendido, no se esperaba eso.


- ¿qué? es lo primero que salta a la vista cuando estás de espaldas-

-y así dices que no quieres nada con los hombres?- espetó cruzándose de brazos.


-pero tú no pareces muy hombre que digamos Ryo- seguía burlándose, sus peleas con Yamada siempre lo ponían de buen humor.


-cretino-


-jajaja ya ya no te enfades, sólo bromeo, sabes que te quiero Ryo- dijo pellizcándole la mejilla izquierda como si fuese un niño.


-auch! eso duele!- se quejó.

-es que eres demasiado tierno cuando te enfadas yama-chan- dijo sonriéndole.

-¿tierno? ¡al menos dime que soy sexy  maldición!  Tsk tierno...-

-jaja pareces un niño pequeño, recuerdas aquella vez cuando....-

Ryosuke ya no estaba escuchando ahora que lo veía bien, Yuto se había vuelto muy apuesto, no es que no se hubiese dado cuenta antes pero, al ser mejores amigos no le había prestado mucha atención al detalle, aunque ahora que lo veía fijamente notaba  a la perfección sus rasgos tan masculinos y ese delgado pero tentador cuerpo de Nakajima. 

-pero nadie quería-seguía con su relato-y justo cuando íbamos a regresar tú empezaste a-


- oye Yuto- lo interrumpió- ¿nunca te ha dado curiosidad por hacerlo con un hombre?- 


- ¿eh? ¡claro que no! me gustan demasiado las mujeres- 


- a mi también me gustan y aún asi disfruto del sexo con chicos-


- sabes que respeto tus preferencias sexuales Ryo, y eso es porque somos amigos, pero no me verás a mi haciéndolo con un chico-


- pero... entre nosotros ¿nunca te ha llamado la atención?-


-nunca lo ha hecho-


- ¿te gustaría ver cómo es?-


- ¿qué diablos tienes en mente?- se estaba asustando.


- sólo confía en mi, no temas, no te obligaré a nada, solo te mostraré cómo se hace con un hombre-


- ¡eso es lo que temo precisamente!-

-¿no confías en mi acaso?-

-¡claro que no!-

-¡Yuto! somos amigos desde la infancia ¿crees que haría algo para perjudicarte?- le dijo algo dolido.

- no intencionalmente pero...-


-mira, sé que no te gusta nada de eso,  pero lo único que quiero es mostrarte lo que es realmente el sexo gay, si estás tan seguro de tu sexualidad entonces nada  pasará, ¿qué dices? ¿vamos?-


- sabes que odio que experimentes conmigo- le dijo frío. Conocía muy bien a su amigo.


- no es eso, ya vamos vamos- le dijo apurándolo y haciéndose el desentendido.


-pero ¿a dónde?-


- tú sólo tranquilízate que hago una llamada  y listo- podía notar la ansiedad de su amigo.






*ring ring*

- ¿hola? ¡ah! ¡Yama-chan! ¿ahora? mm jaja ok te veo en el lugar de siempre- cortó- este Ryo es insaciable...-



***
Después de 20 minutos...


-¿es aquí?- preguntó Yuto asombrado


Llegaron a un edificio muy lujoso, la recepción era hostentosa y estaba decorada de manera muy sofisticada. Yamada se acercó a la recepcionista, le dijo unas palabras y esta  le entregó la tarjeta de una habitación.
Subieron al ascensor en completo silencio, Nakajima estaba muy nervioso y Yamada de lo más relajado del mundo, ya había echo un trío muchísimas veces, aunque claro, ahora sería su mejor amigo uno de los involucrados, con las ganas que le tenía desde hacía tanto, al fin se le presentó la oportunidad y no dudó en aprovecharla, la confusión de su amigo no podía haber llegado en mejor momento, debía agradecerle a la puta de su ex novia, no le gustaba verlo sufrir pero, él ya se encargaría de que se olvidase de aquello, y le haría pasar un tremendo momento de placer pues no tenía planeado que Yuto mirase solamente, él iba por todo.

Entraron a la habitación y no se encontraron a nadie en primera instancia, pensó que aún no había llegado aquel chico y se  sentó en el muy cómodo sofá  un tanto más relajado. No estaba convencido del todo de ver a su amigo haciendo "eso" con otro chico, nunca había estado interesado en el mundo LB, no más de lo justo y necesario al menos, su amigo era bisexual y eso  no alteraba en nada su amistad, lo respetaba y ya, no hablaban mucho de ese tema pero, si sabía algunas cosas con respecto a ello, como la relación que Yamada mantenía con su  primo.
Tomó una revista que se encontraba sobre un buró al  lado del sofá relajándose un poco, sin darse cuenta de que tenía un par de ojos mirándolo.




 








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