Primero que nada me disculpo por no publicar mis escritos pero si no tengo el material me es imposible, y no pienso reescribir ninguno de ellos que bastante trabajo me han costado ya.
Dejando eso de lado, les traigo un fic que salió de una foto de Yuyan que publicaron en face todo sexy y tentador.
Título: Coffee shop.
Extensión: Mini serial.
Género: Lemon
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5PM
-bueno, ¿y si vamos al café que está frente a la estación?-
-no, ya hemos ido mucho a ese, la idea es variar-
- ¿al Starbucks?-
-¿no te cansas de ese Yama-chan? A mi ya me aburrió-
- ¿el maid café?-
-las chicas ahí son horribles Keito-
-es verdad, solamente los viejos morbosos van ahí-
-¡ya no hay más lugares!
-entonces vayamos al neko café que está a unas 15 cuadradas
de aquí, nunca hemos ido ese-
-no es mala idea, sería kawaii-
-emm chicos creo que no es buena idea-
-¿por qué Inoo-chan?-
- recuerden, mi ex novio trabaja ahí-
-¿te refieres al que le pusiste los cuernos con un compañero
de la universidad?-
-sí, ese mismo-
-… puto-
-¿dijiste algo Chinen?-
-no, nada- dijo casual.
-¿entonces? ¿qué
hacemos? No hay ningún lugar bueno por acá-
-¡oh! Ya sé a cuál podemos ir, mi hermana me comentó que hace
solo unos días abrieron un café nuevo a unas tres cuadras, pero es atendida por
chicos apuestos solamente-
-Daiki, el “apuestos” está demás-
-pero eso dijo ella Inoo-chan- se defendió.
-como sea, no queda de otra que ir ahí-
-Yama-chan tiene razón, vayamos, total no perdemos nada-
-andando entonces-
Así los cinco amigos se dirigieron a ese lugar nuevo atendido
exclusivamente por chicos y que no llamaba su atención, pero cansados estaban
ya de ir a los mismos lugares de siempre y la monotonía que ello implicaba. La
idea en sí era aprovechar el poco tiempo que les quedaba juntos como grupo
puesto que en tan solo unos meses ellos se verían obligados a emprender caminos
nuevos hacía la adultez, que tanta falta les hacía, y empezar a vivir cada uno por
su cuenta y bajo su propia responsabilidad, mudarse de las casas de sus padres
y trabajar para sustentar sus necesidades propiamente dicho.
Sin mucha confianza los demás también lo siguieron para
encontrarse con la Al llegar no podían creer la cantidad de chicas que había
fuera del establecimiento, todas histéricas por conseguir una mesa. Ya no tenían
ni idea de a dónde habían ido a parar, con tantas chicas locas y eufóricas solo
les bastó mirarse para saber que la resolución de todos era la misma; irse de
ahí.
Dieron media vuelta pero antes de avanzar un paso siquiera se
encontraron con chico de anteojos, pelos alborotados y una sonrisa sospechosa sosteniendo unas bolsas de compra.
-¿ustedes también están esperando para entrar?-
-¿eh? Ahh, bueno sí
pero…-
-vengan conmigo por favor-
Chinen fue el único que lo siguió, los otros cuatro solo se
quedaron en sus lugares.
-por acá, por favor- insistió el joven señalando un pequeño pasaje
que se encontraba a un costado del lugar.
A los demás no les hizo mucha gracia pero también lo
siguieron, encontrándose con la entrada del personal del café. Los condujo por
un pasillo largo que los llevó directamente a una habitación muy bien
ambientada, muy íntima, se notaba que era VIP. Pero no sabían por qué se las
habían dado a ellos si ni siquiera habían dicho palabra alguna.
-pónganse cómodos, solo llevaré estas bolsas a la cocina y en
un momento volveré a atenderle- hizo una corta reverencia y se marchó.
-¿qué les parece el lugar?- preguntó Yamada mirando todo.
-sin tantas chicas y tanto griterío… no está nada mal-
respondió Inoo.
-sí, me gusta mucho, pero… ¿no les pareció ese chico muy
simplón? Se supone que aquí solo trabajan chicos guapos-
-tienes razón Inoo-chan, tal vez mi hermana se confundió-
-a mi... me pareció lindo-
- ¡¡¡¿eh?!!!- dijeron todos a coro.
-tienes gustos raros Chii-
- cállense y no fastidien- el pequeño se había ofendido.
Los demás comenzaron a reír y justo en ese momento entró
aquel chico, solo que ya no tenía puestas las gafas ni el pelo alborotado,
aquel muchacho que describieron como
simplón estaba ahora frente a ellos con una galantería única y se veía muy
atractivo.
-acá le dejo la carta con nuestros especiales, pueden tomarse
unos minutos para decidir, cuando estén listos para ordenar solo presionen el
mando en el centro de la mesa y enseguida vendré-
-gracias emm…-
-Takaki Yuya es mi nombre, pero puede llamarme como usted lo
desee-
- así lo haré uhm… Takaki-kun- dijo tímidamente Chinen.
Takaki se reverenció y salió de la habitación.
-oye Chii ¿te gusta ese chico?-
-¡Eh! ¡Claro que no!-
-pero si te sonrojaste- le dijo Inoo con picardía.
-¡que no maldita sea!-
*ring ring*
-chicos un momento, ahora vuelvo-
-¿tu novia de nuevo?-
-Yamada por favor-
-pero siempre está interrumpiendo-
- ya, ya, ve y no te tardes tanto esta vez Keito-
-gracias Dai-chan-
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Salió de la habitación un poco molesto, no por lo que Yamada
le había dicho sino porque tenía razón, ya estaba más que harto de sus celos
constantes y ese afán suyo de saber que hacía todo el tiempo, él también tenía
una vida y no le gustaba para nada tener que lidiar con alguien tan pesada y
obsesiva, que para colmo de males ni siquiera era buena en la cama, totalmente
insulsa. Ya era hora de terminar con ella, solo debía encontrar el momento propicio.
Tenía pensado dirigirse al baño ya que estaba, pero no tenía
la más mínima idea de dónde estaba siquiera. Pero de la nada y pareciendo un fantasma
apareció detrás el joven mesero que los estaba atendiendo, Takaki.
-¿puedo ayudarlo en algo? Parece perdido-
-es que lo estoy- replicó.
-¿a qué lugar se dirige el joven amo?-
-quería usar el lavado…- no le agradaba mucho que le llamase
de esa forma.
-por aquí encontrará lo que desea- le indicó.
Keito solo siguió al muchacho sin decir ni una palabra, algo
en ese chico lo intimidaba.
-aquí es- abrió la puerta e hizo un ademán para que
pasara.
Cual fue la sorpresa de Okamoto al darse cuenta de que no
estaban en los baños del establecimiento sino en una especie de bodega.
-¿dónde estamos?- preguntó confundido.
-estamos en el lugar en el que encontrarás todo lo que
deseas- le susurró levemente en la oreja y acercándose más a su cuerpo.
-o—ye espera ¿qué
crees que estás haciendo?- le reprocho nervioso.
-ya te lo dije, y no me gusta repetir las cosas- dijo
mientras lo acorralaba contra la pared, haciendo que su rostro sintiera el frío
muro, tocando todo su cuerpo por encima
de la ropa, brindándole especial atención a su miembro.
-n—no detenmmnte ah- comenzó a soltar sonidos sucios que
calentaban mucho más a Takaki, el cuerpo de Okamoto era muy sensitivo, eso
tenía que aprovecharlo.
Besó su cuello con suavidad, provocando que el cuerpo de
Okamoto vibrara ante las sensuales caricias que le estaba proporcionando.
-¿te gusta?- preguntó mientras chupaba el lóbulo de su oreja
izquierda.
- si… quie ¡ah!... quiero más- casi rogó.
-¿más? Mmh ¿dónde?
¿aquí? – dijo mientras presionaba más ávido su ya erecto pene.
Keito lo estaba pasando en grande, apenas unos cuantos
manoseos y se sentía morir bajo su tacto. Ese chico, el tal Takaki, era mucho más que un
experto en el sexo, su habilidad en la materia quedaba demostrada en lo rápido
que logró ponerlo tan duro. Con su novia la faena le llevaba un buen tiempo,
tenía que recurrir a una felación o indagar en sus más locas y eróticas
fantasías para lograr lo que Takaki había conseguido en poco y nada.
Lo dio vuelta en un segundo y Yuya ni lento ni perezoso le
bajo el cierre del pantalón.
Le fascinaba que cayeran tan rápido.
-¿qué vas a hacer?-
- ¿no es obvio acaso? Voy a chupártela. Pero que ni se te
ocurra venirte en mi boca o ya no jugaré más contigo- amenazó a lo tonto.
Y entonces tomó el falo de Okamoto con ambas manos, con la
punta de su lengua lamió lentamente su extensión sin dejar de mirarlo a los
ojos, movía su lengua de abajo hacia arriba, una y otra vez, chupando levemente
la punta de su erección, poco a poco sus movimientos se hacían más frenéticos,
la fuerza impuesta se denotó cuando introdujo el miembro del chico por completo
en su boca, apretando los labios fuertemente en la cúspide de su erección y
masajeando con una mano sus testículos.
-ohh mhm si… más rápido, máahhs mmmm- gemía sin pudor alguno.
Takaki aumentó aún más el ritmo y la presión que ejercía
sobre ese rojizo y caliente pedazo de carne.
-si ¡si! así mmh ohh ya
casi… -
Se abre la puerta estrepitosamente.
-¿eh?-
- yamahhhhhh! ahh…
mmm- se corrió inmediatamente sobre el rostro de Takaki después de ver
la cara de su amigo.
-Ke--eh ¿Keito?...-
Continuará...
En serio que publicaré más imágenes así de Yuyan XD
ResponderEliminar¿Sabes que te adoro verdad? Ese Keito es TAN dejadote *¬* pero quién se puede resistir a Yuyan LOL
Y... en qué momento llegó el cachetón Adgcsfhvdgv
Ya me imaginé algunas cosas.
Espero la conti
waaaaa~~
ResponderEliminarKeitoo~~ si que se calienta rapido~ :3 nyajojojo
>//////< pobreshitoo~ con la novia si que sufria~
y ese Yamada~ ¬////¬ siempre arruinando el momento
QUIERO CONTI!!!