Hola! cómo les va chicas?? espero que bien nee
bueno, venga a dejarles algo ya que tardo demasiado con mis contis, este, según yo iba a ser oneshot, pero me salió cortísimo asi que lo dejo en drabble ¬¬
lo hice para Giu por su cumple hace tantísimos años xDD
espero que les guste!!!!
Título: Dirty dream
Pareja: Takachii
Género: Rape
Extensión: Drabble
Caminaba rumbo a casa luego
de una larga jornada, había sido un día
muy pesado con tantos ensayos, los pasos cada vez eran más difíciles y el
cansancio se apoderaba de él en cuestión de minutos. El salir de fiesta todas
las noches para; según él; despejarse, no le hacía bien a su ritmo de vida, pero ya le había cogido
el gusto a las juergas nocturnas con sus nuevos amigos, amigos que sus
compañeros no aprobaban, creían que eran una pésima influencia para el castaño,
y con toda razón. Pero a él, terco, le valían los comentarios u opiniones que
sus compañeros de grupo tenían, con aquellos otros chicos se lo pasaba de la
ostia, bebían, bailaban y claro está, tenían sexo a más no poder. Sin darse cuenta
se había convertido en un hábito, pensar en el sexo, tener sexo, deseando
tenerlo; siempre mirando chicas e imaginando tenerlas en su cama gimiendo
desaforadas todo lo que sabían y más…
Estaba enfermo, pero ni siquiera se daba
cuenta de ello…
Tal enfermedad llegó a su
punto más crítico el día que descubrió, o mejor dicho espió a su pequeño amigo en
las duchas.
Como siempre, las coreografías lo habían
dejado molido y se detuvo para tomar un descanso cuando sin darse cuenta, cayó
rendido al sueño y se levantó mucho tiempo después para notar que los demás ya se habían retirado. Fue directo a
tomar una ducha, pero no contaba con que alguien más estuviera ahí, no sería la
primera vez que se duchara en la empresa junto a sus compañeros y demás pero
esa maldita enfermedad suya le había dañado el cerebro de manera tal que no
pudo resistir el impulso de ver quien era el que se encontraba aún ahí. No era
simple curiosidad la que sentía, era morbo, el morboso deseo de espiar a quien
quiera que fuese que se encontrara
desnudo en la ducha. Con sigilo y mucha cautela, se acercó al lugar para
poder apreciarlo mejor, y entonces lo pudo divisar a la perfección, aquel
cuerpo minúsculo enjabonarse con paciencia, delineando su figura y jugando con
el agua como niño pequeño, se notaba que en verdad estaba disfrutando de su
relajante ducha, aquella imagen tan pura e inocente solo podía ser tan vilmente
distorsionada por la mente atrofiada de Takaki.
Para él esa no era más que
una provocación por parte del menor; esto, claro está; no tenía ningún sentido,
pero para una persona que se acostumbró a follar con una o más chicas por noche,
cada noche, era algo completamente lógico.
Como deseaba ser esa esponja
y poder tocar con total libertad ese cuerpo tan llamativo, ese pequeño pero
bien formado cuerpo sugerente a pecar que lo estaba poniendo duro, muy duro…
Sin aguantarse las ganas
llevó una mano a su miembro por encima de la tela y lo estrujó con fuerza moviéndolo
de arriba abajo, soltando un breve suspiro, breve; pero no leve, este había
sido lo suficientemente alto como para que Chinen lo escuchara. Sí, el muy
pendejo se estaba medio pajeando con el
integrante más infantil del grupo, el más mimado, el niño más caprichoso y tierno
de todo Hey! Say! Jump ¡¿qué tan bajo podía caer?!
No solo era menor que él sino
que también ¡era hombre! ¿Su enfermedad sexual ya no le permitía siquiera
reconocer géneros?
Excitarse viendo la figura de
aquella inocente criatura estaba más allá de todo ¿cómo osaba mancillar de esa
forma tan vulgar la imagen pura y dulce del menor?
¿Como podía alguien llegar a ser tan bastardo?
¡¿cómo?!
****
Al
percatarse de la presencia de alguien más en el lugar, atinó a darse media
vuelta y descubrir al individuo. Lo que encontró fue a un Takaki con la mirada
llena de deseo y una mano posada indecorosamente en la parte íntima de su
cuerpo, al darse cuenta de lo que el
mayor estaba haciendo solo se dio vuelta avergonzado de encontrarlo en
semejante situación, mal hecho, muy mal hecho…
*****
El menor se había sonrojado,
cuando se dio cuenta de donde tenía su mano, un adorable sonrojo apareció en
sus mejillas, vio como rápidamente se daba la vuelta para no seguir viéndolo y
entonces lo pudo divisar, pudo ver a la perfección el blanco, redondo y menudo
trasero de Chinen, sus nalgas tan bien formadas, con esa curvatura muy bien
proporcionada no hicieron otra cosa sino llevarlo al punto más alto de
excitación posible, ese níveo trasero que no hacía otra cosa sino llamarlo y
pedir por él a gritos lo atraía con un magnetismo insuperable.
Lentamente se aproximó al
menor, levantó su mano derecha y rozó muy suave su piel. El bajo al sentir el
tacto inesperado que el otro le daba se paralizó, no entendía, o no quería
entender, qué era lo que el mayor hacía. Pero algo tenía muy claro, y eso era
el miedo… miedo que le provocó esa mirada,
el manoseo por demás indecente que se dio y ahora, el tacto a su espalda,
sentía miedo, miedo… de lo que le pudiese hacer…
Lentamente se fue dando vuelta, como en una película de
horror, sentía pánico de hacerlo, algo dentro suyo le decía que no lo hiciera,
que simplemente corriera lo más rápido que pudiera, pero no lo hizo.
No lo hizo, y por ello, ahora
estaba en grandes problemas. De ello se dio cuenta cuando sus ojos encontraron
los del mayor y no pudo notar otra cosa
en ellos sino deseo… un peligroso deseo…
Por un momento pudo notar el
temor en sus ojos, uno que lo hacía ver endemoniadamente adorable y
desgraciadamente violable, no había caso, después de eso no habría manera de desobedecer
los bajos instintos de su cuerpo, no quería hacerlo. Deslizó su mano a lo largo
de su espalda deteniéndose en su pequeñísima cintura, y acariciando esa zona,
lo tomó con ambas manos y lo empotró contra la pared de la ducha. El agua caía
empampándolo por completo, su cabello y ropa se mojaron en segundos pero eso no
le importó en absoluto, se centró en el rostro de Yuri, en sus finas facciones,
angelicales y ahora mas sexys que nunca al estar mojado. Apegó su cuerpo al del
menor y acunó su rostro con sus manos, lo miro por unos instantes notando la
incertidumbre y el miedo en estos y lo
besó. Un beso fiero y salvaje sin una pizca de afecto, un beso brutal, enfermizo,
un beso que no provocaba en el menor otra cosa si no repulsión.
Movía sus labios incesante
ante la espera de ser correspondido, espera vana, porque Chinen no podía pensar
en otra cosa que no fuese alejarlo, golpeando su pecho continuamente y
retorciéndose de un lado al otro tratando de huir, deseando la muerte ante lo
que imaginaba que se venía, deseando que fuese un sueño, solo una maldita
pesadilla, pero no lo era, no lo era y no podía escapar de ella…
Siguió besándolo con
desespero, tomo sus dos piernas, delgadas y frágiles, posicionándolas alrededor
de su cintura, permitiéndole juntar sus cuerpos mucho más de lo que ya estaban,
algo que para él era nulo, pues ansiaba fervientemente sentirse dentro de
Chinen, sentirse en su interior, sentir el placer de hacerlo suyo…
-basta Takaki, detente- pedía
entre sollozos el pequeño e indefenso Chinen- por favor… no me hagas daño…-
-tranquilo, verás que te gustará-
estaba cegado, cegado de deseo, tanto, que no era capaz de notar que lo que
hacía, era una atrocidad.
Con fuerza introdujo uno de
sus dedos en el interior del menor, provocándolo a soltar un desesperado grito de dolor, las lágrimas
del pequeño caían salvajes ahora ante tal punzante intromisión, sentía
que se desvanecería en cualquier momento.
El mayor se dio cuenta de
esto, y no lo podía permitir, quería seguir disfrutando de ese suave y
exquisito cuerpo. Volvió a poner sus
pies en el suelo, lo tomó fuertemente de
las manos y prosiguió a agacharse hasta su miembro. Aún cuando el único pene
que había visto en su vida fue el propio, podía jurar que el del menor era el
más bello del mundo, esa hermosa y perfecta virilidad rosada que se mostraba ante
él era algo magnifico, imposible de
superar.
Acercó su rostro al miembro del menor y rozó sus labios
por los costados, este comenzó a cobrar vida lentamente antes los ojos de Yuya
que demostraban admiración y un brillo único. Siguió incitando al pequeño con
más roces ardientes a su extensión logrando que se irguiera de a poco, poniendo
al menor muy duro.
Al levantar la vista lo que
puedo apreciar fue la mirada de
confusión del menor por lo que le hacía, le dedicó una mirada lasciva y, con la punta de su lengua rodeo la cúspide de
su erección, haciéndolo vibrar, causando un leve gemido en el menor. Volvió a
lamer su dureza pero esta vez por los costados, volviendo a escuchar de nueva
cuenta los sonidos placenteros que su “amante forzado” hacía, dirigió su vista arriba y pudo notar claramente la cara de
Chinen reflejando un placer que quería ocultar; su seño fruncido ligeramente,
sus ojos cerrados con fuerza, sus mejillas sonrosadas y su labio inferior siendo fuertemente
mordido tratando de reprimir cualquier tipo de sonido que intentara escapar de ellos.
Esa imagen angelical solo lo estimuló
a sacarse rápidamente la ropa, casi como un desesperado para volver a unir sus
labios.
Tomó con una mano su propio pene y la condujo hasta la entrada
del menor.
Introdujo su miembro
lentamente escuchando los quejidos del menor ante tal acto, pero, se sentía tan
delicioso, era increíble, sentir su estrechez aprisionándolo como lo hacía, era algo
celestial, la casta entrada de Chinen habían superado sus expectativas, era lo
más exquisito que experimentó nunca, no
hubo persona en su vida, ¡en su vida! que le haya brindado un placer como ese, el sexo que tubo
siempre fue bueno, pero esas sesiones sexuales no se asemejaban en nada a
lo que sentía en esos momentos, era algo
nuevo y completamente superior.
“el sexo con vírgenes es
mejor uh”
Desde un principio sus estocadas
fueron fuertes, brutales y rápidas, embestía sin compasión alguna al menor, que
no dejaba de llorar, pero, no podía parar, no deseaba hacerlo, Chinen era tan malditamente adictivo que juraría que ese sería el mejor
sexo que tendría en su vida. Esa piel suave, labios provocativos, pezones
rosados, trasero perfecto y pene
antojable eran en su conjunto, lo mejor que podría haberle pasado.
-onegai Yuyan…ya no me lastimes…- logró decir el
pequeño en medio de todo.
Fue ahí, fue en ese instante
en el que cayó en la cuenta de lo que estaba haciendo, estaba violando a su
amigo, aquel ser dulce y tierno, al que veía como un hermanito menor, al que
solía sentar en sus piernas y jugar con él de muchas maneras, al que mimaba y
adoraba, a la criatura más delicada y susceptible de todas…
-Yuri- pronunció en un
susurro- perdóname, por favor perdóname. Comenzó a llorar- no… no se qué me
paso… por favor- se sentía como la peor basura del mundo, no creía lo que
acababa de hacer. Lloró y lloró sin
saber cuanto tiempo, le dolía haberle causado un daño irreparable al menor, el
lo amaba, siempre lo hizo y ahora lo había lastimado, era intolerable e imperdonable el perjuicio que cometió.
No se lo perdonaría nunca...
No se lo perdonaría nunca...
Abrió
los ojos lentamente sintiéndose desorbitado por unos instantes, la habitación
daba vueltas y sentía sus mejillas húmedas, estaba… ¿llorando?. Poco a poco se
reincorporó maldiciendo ese dolor que aquejaba a su espalda, el muy torpe se
había quedado dormido en el piso de la sala de ensayos sabe quién por cuanto
tiempo, meditó unos momentos y aterradoras imágenes agolparon su mente
confundiéndolo por unos segundos, eso… no había sido real cierto? No podía
serlo, ansiaba con toda su alma que no, aunque lo creía tan real, tanto como si
aún pudiese apreciar el tacto de la fina piel del menor, sintió inclusivo el temor de Chinen, pero… no, no era real,
solo había sido una muy vivida pesadilla, una falsa ilusión creada por su
atrofiada mente llena de sexo y morbo. Agradecido estaba que todo fuera solo un
sueño, solo una maldita pesadilla que para el bien de todos estaba lejana a la
realidad. Se paró y fue ahora si a asearse, estaba todo sudoroso y quería
limpiar su cuerpo y mente con algo de agua fría.
Al entrar notó como alguien
estaba en uno de los cubículos, caminó a paso lento, temiendo la realización de
un mal sueño, y confirmándola cuando puedo ver bien el cuerpo de esa persona
que ahora no podía dejar de ver. Se acercó sigilosamente hasta esa figura que
descansaba bajo el agua, levantó su mano y le tocó el hombro.
Se miraron, por unos
instantes sus miradas se mantuvieron fijas y ese infernal deseo crecía
gradualmente en su interior, logrando que su pulso se acelerase y que aquellas
imágenes de ensueño aparecieran en su mente de nuevo.
-no vemos mañana, cuídate-
con toda la fuerza de voluntad que poseía hizo el esfuerzo sobre humano par
decir aquellas palabras y salir rápidamente del lugar.
Sintiendo paz y tranquilidad
por no haber cometido una estupidez monumental, y hasta, orgulloso de si mismo
por haber sido capaz de evitarla.
****
-maldición Yuya, ya caerás…- pensó
internamente Chinen cuando vio la figura del mayor perderse, e ideando un nuevo
plan para que éste cediera y se rindiera ante el deseo que estaba más que
claro, sentía por él y que
estaba dispuesto a liberar sin importar cómo, porque de algo estaba seguro,
Takaki Yuya sería suyo, por las
buenas o por las malas…
*O* JKFBNDSAJVBFNSD J,VNM XF,JG,VMNCXVMN Yahi de mis amores!!!! Pero que fic perfecto es este?? Yuya!!! Ve inmediatamente a violarlo!! Puedes soñarlo y no puedes hacerlo!? Eres un ********** Y encima Chii si que quiere, ya caerás ya ¬¬ ya caerás ¬¬ Y mi perfecta Yahi lo escribirá e.e
ResponderEliminarwaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!*O* !!!! HA ESTADO GENIAL!!!!!! MAGNIFICO!!!! TOTALMENTE MARAVILLOSO !!!
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